Semanas atrás, el mundo de los esports se vio conmocionado por los resultados de una investigación de la Comisión de Integridad de los Esports (ESIC, por sus siglas en inglés), en conjunto con los organizadores de competencias ESL, que derivó en la suspensión de 37 entrenadores de equipos profesionales de Counter-Strike: Global Offensive.
“La falla en esta parte del juego hace que la industria se vea mal y, lo peor de todo es que al no haber responsables, parece una industria poco profesional”, reflexiona David Fica, CEO del equipo chileno de esports SiempreGames, en exclusiva para SBC Noticias. El monitoreo y las consiguientes sanciones en casos como estos requiere de una sólida regulación para involucrar a las autoridades de forma más contundente y eficaz.
Por su parte, fue ESL quien publicó que los entrenadores aprovechaban un bug, error, del modo espectador del CS:GO. Los entrenadores tenían la libertad de moverse por todo el mapa como espectadores, lo que les permitía localizar al equipo contrario y avisar a sus jugadores cuál era la posición del rival, dándoles ventaja.
Tras la denuncia de ESL, ESIC inició una investigación el 4 de septiembre pasado y ha examinado más de 25.000 demos (repeticiones) de partidos profesionales de CS:GO. La mayor sanción se aplicó a los entrenadores de MechanoGun de Hard Legion, que estarán prohibidos en cualquier competición profesional por 24 meses. Los demás entrenadores se verán afectados entre 6 y 12 meses.
Asimismo, junto con MechanoGun, los equipos Dead de MIBR y Hunden de Heroic fueron descalificados retroactivamente de los torneos y han perdido tanto el dinero del premio como los puntos de la competencia ESL Pro Tour. Aunque fue una de las máximas sanciones en el sector de esports, Fica considera que una fuerte regulación ayudaría no solo a evitar estos acontecimientos, sino a establecer consecuencias más abarcativas y, así, garantizar la transparencia de la industria.
Teniendo en cuenta que las investigaciones no pudieron derivar en sanciones a los jugadores, ya que no se encuentran pruebas, el público de los deportes electrónicos se siente desconfiado sobre futuras competiciones y formaciones de equipos, lo que va en contra del crecimiento exponencial del sector.
“La trampa es algo que en cualquier juego puede ocurrir, siempre se apela a la ética como principal instrumento de regulación, pero todos sabemos lo que ocurre cuando la ética no es lo principal para algunos competidores”, explica el CEO de SiempreGames y continúa: “Por el momento, el llamado es a exigir a las ligas reglamentos que realmente impulsen la transparencia y que sancionen a cualquier persona o equipo que incurra en faltas”.
Con este estilo de reglamentos propios, se fortalecerá la posición de los esports dentro de la industria del juego y “se dará pie a inversión en las distintas áreas del sector”. “La liga es reactiva y no pone reglas que sancionen de forma más rigurosa cualquier tipo de conducta indebida, y cuando sanciona es tarde, debido a que los jugadores comienzan a rotar de equipo o de liga y no hay cómo terminar con ese círculo vicioso, donde muchos equipos quedan manchados por culpa de jugadores o staff que simplemente se cambian el nickname y siguen compitiendo en otra liga, equipo o juego”, denuncia.
Por esta razón, los esports aún no logran determinar quiénes son los responsables de las fallas como las percibidas a comienzos de septiembre. “El desarrollador del juego te deja abierta la ventana para que puedas hacer trampa y aunque le digan desde hace más de 3 años que la quite, no lo hace”, denuncia.
Y concluye: “La mejor alternativa quizás es la más lenta, pero lo que aquí puede cambiar la industria son las asociaciones y federaciones, que agrupen a los diferentes profesionales que trabajan en la industria y pueda poner reglas claras y sanciones ejemplificadoras, que realmente marquen los precedentes y las bases en las cuales se desarrolle una industria sustentable y transparente, que permita el crecimiento de los diferentes actores. Esto es a largo plazo, pero sin duda creará un nuevo ecosistema”.
