Claudio Caruana, GiG: La certificación se ha convertido en un elemento básico del desarrollo de la plataforma online

La certificación es el pilar para los proveedores de plataformas de juego online que tengan la ambición de participar en los mercados regulados, según sostuvo el asesor general de GiG, Claudio Caruana, quien habló en exclusiva con SBC News. Según explicó, la certificación puede garantizar la velocidad de comercialización para los operadores asociados y atraer el interés clave de aquellos que aspiran a ingresar a un nuevo mercado.

Durante la entrevista, Caruana también analizó el proceso de certificación desde dos ángulos: apuntar a aquellos que están obligados por una regulación específica o cumplir con estándares reconocidos internacionalmente que forman la base de una serie de especificaciones regulatorias.

SBC: Gracias por hablar con nosotros, Claudio. A nivel general, ¿qué importancia tiene la certificación para un proveedor de plataforma que busca nuevos mercados regulados?

Claudio Caruana: Las certificaciones alcanzadas o las que una empresa aspira a obtener están directamente correlacionadas con la estrategia comercial actual o futura de un proveedor de plataforma. Tener una serie de certificaciones en vigor abre oportunidades inmediatas entre los operadores que tienen licencias o buscan licencias en el territorio respectivo.

Este paso brinda tranquilidad y una garantía de tiempo de comercialización rápido a los operadores que apuntan a conseguir un permiso. Por otro lado, una clara declaración de intenciones de certificarse en nuevos mercados coloca a un proveedor de plataformas en el mapa de un operador que aspira a ingresar al mercado.

Y si también tenemos que considerar la cuestión desde una perspectiva técnica y financiera, los requisitos de certificación son el aspecto más importante de la entrada al mercado que debe considerar un proveedor de plataformas. Dichos requisitos definen el esfuerzo para ingresar a ese mercado y, por lo tanto, el costo de instalación y mantenimiento para el proveedor de la plataforma.

SBC: Bien, entonces, ¿cuáles son las licencias y certificaciones clave que un proveedor de plataformas normalmente buscaría obtener?

C.C.: Hay que considerar la cuestión desde dos ángulos. En primer lugar, están aquellas certificaciones que son obligatorias por regulación y, por lo tanto, son imprescindibles para ingresar a esa jurisdicción. Estas certificaciones, y el esfuerzo que se requiere para obtenerlas y mantenerlas, son inevitables y están directamente correlacionadas con la estrategia de expansión de una plataforma en los mercados en los que se pretende entrar específicamente.

La alternativa, y una estrategia igualmente plausible, es que en lugar de obtener certificaciones regulatorias específicas en los mercados objetivo, algunas plataformas prefieren sentar las bases cumpliendo con estándares técnicos reconocidos internacionalmente que forman la base de una serie de especificaciones regulatorias.

En este caso, lo más probable es que la plataforma adopte una estrategia de expansión de mercado dirigida por el cliente, con un amplio deseo de ingresar a aquellos mercados que adoptan tales estándares.

Luego hay otras certificaciones que demuestran que un proveedor de plataformas sigue las mejores prácticas de la industria, aquellas que ponen una plataforma en el radar de los operadores de nivel 1. Aquí estamos hablando de una combinación de certificación ISO, cumplimiento de PCI y otras formas de certificación. Naturalmente, esto no sustituye a las certificaciones reglamentarias obligatorias, sino que son complementarias y, en general, también conducen a ciertas exenciones de partes de los requisitos de certificación. 

En GiG, nos esforzamos por mantener una combinación saludable entre las certificaciones requeridas para cumplir con los estándares regulatorios específicos y aquellas que demuestran que la empresa sigue las mejores prácticas internacionales.

SBC: ¿La facilidad o dificultad para obtener dichas aprobaciones influiría en la decisión de entrar o no en un mercado? ¿O se basan más en las estrategias de mercado de sus socios operadores?

C.C.: No nos desanima la complejidad de las especificaciones técnicas, siempre que esos requisitos estén justificados por las perspectivas comerciales y las ventajas que podamos obtener de ese mercado. No descartamos los mercados porque son complejos. Solo si el nivel de complejidad, y por lo tanto el costo involucrado, no es proporcional al tamaño del mercado y las perspectivas comerciales futuras, nos alejaríamos.

Un aspecto clave al que prestamos mucha atención, que es un factor de influencia en la decisión de atravesar una certificación, es el grupo de operadores a los que se les pueden ofrecer servicios en ese mercado. Mientras que a un mercado que está totalmente liberado tiene sentido comercial entrar por iniciativa propia, en mercados donde las licencias de operador son limitadas o donde las barreras de entrada son altas, quizás es prudente tener un socio por adelantado.

SBC: Basándose en la experiencia GiG, ¿hay algún regulador que haya puesto demasiadas barreras de entrada desde la perspectiva de una plataforma?

C.C.: Nos encontramos con varios regímenes y estilos regulatorios. Hay jurisdicciones que llevan a cabo controles detallados de sobre las personas relacionadas a la propiedad y gestión de la plataforma. Algunos controles son proporcionados, pero teniendo en cuenta que la plataforma no maneja los fondos de los usuarios finales, las investigaciones en profundidad posiblemente podrían ser reemplazadas por una diligencia debida más liviana y se puede enfocar más en asuntos más relevantes desde la perspectiva técnica. 

En mi opinión, el enfoque debería estar en la experiencia, la reputación y la preparación de la plataforma para suministrar servicios dentro del mercado. Apartarse de los estándares de juegos y apuestas online reconocidos a nivel mundial, que no se traducen directamente en una mayor protección del consumidor, es una sobrecarga regulatoria que también podría evitarse.

SBC: Ya hemos aludido al cumplimiento de estándares técnicos reconocidos internacionalmente, ¿en qué medida se implementan los estándares GLI para los proveedores de plataformas?

C.C.: Observamos que muchos reguladores estadounidenses han apoyado los estándares GLI, mientras que los estándares e-Cogra también proporcionan las bases detrás de varios estándares regulatorios europeos. Los estándares son la culminación de las mejores prácticas de la industria y responden continuamente a la innovación tecnológica. Los estándares son de gran valor para los proveedores que los utilizan como guía en sus procesos de I+D cuando los reguladores los reconocen.

SBC: Y finalmente, ¿se puede lograr una mayor armonización de mercado a mercado a medida que hay más regulaciones?

C.C.: Si bien las perspectivas de armonización regulatoria son tan sombrías como siempre lo han sido, los gobiernos y los reguladores deberían centrar sus esfuerzos donde es más probable que encuentren un terreno común, sin tener que renunciar a ninguna supervisión reguladora o poderes reguladores sobre los operadores activos en su territorio.

Para dar a la industria del juego una apariencia de libertad para proporcionar servicios globalmente, los reguladores del juego deben buscar armonizar un conjunto de estándares técnicos de referencia y, como resultado, reconocer las certificaciones regulatorias que cubren ese estándar de referencia en todos los mercados.

Con la cantidad adecuada de determinación política, creo que la armonización de las normas técnicas es una realidad que está al alcance.